En caso de ser una herencia testada, los herederos ya están definidos en el propio testamento, dónde consta a quién va destinada la parte de libre disposición de la herencia (la parte que no es la legítima, es lo que se llama parte de libre disposición), según la voluntad del testador.

Quienes heredan si no hay testamento, es decir, los herederos legales son, siguiendo el orden:

1. Los hijos.
2. Los ascendientes.
3. El cónyuge.
4. Los hermanos y familiares hasta el cuarto grado.
5. El Estado o la comunidad autónoma.

Si la persona fallecida tiene hijos, la herencia se divide entre ellos a partes iguales. Si alguno de estos hijos hubiera muerto antes que el padre, entonces:
- Si tenía descendencia, lo que le tocara a este hijo le corresponde a su descendencia por partes iguales.
- Si este hijo no tenía descendencia la herencia se divide entre el resto de hijos de la persona fallecida.
- Al cónyuge de la persona fallecida le corresponde el usufructo de un tercio de la herencia y la mitad de los bienes en gananciales.

Si la persona fallecida no tiene hijos, el orden es como sigue a continuación:
- En primer lugar heredan todo sus padres a partes iguales (si solo vive uno todo para él). En caso de no haber padres, todo para sus abuelos o ascendientes más lejanos. En este caso, al viudo de la persona fallecida le corresponde el usufructo de la mitad de la herencia.
- Si no hay padres ni ascendientes, el viudo de la persona fallecida es el único heredero.
- Si no hay padres, ni ascendientes y la persona fallecida no tenía cónyuge, heredan los hermanos e hijos de sus hermanos, y a falta de éstos sus tíos, y si no tiene hermanos ni tíos, sus primos carnales, sobrinos-nietos y tíos-abuelos.
- Si la persona fallecida no tenía parientes hereda el Estado.